La palabra tiene un valor. En una sociedad urgida de líderes capaces de generar una transformación social, la confianza debe mostrarse en cada una de las acciones que llevamos a cabo, con el fin de generar un vínculo social que nos permita ganar elecciones.

Bajo la dirigencia de nuestro presidente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, y nuestra Secretaria General, Carolina Viggiano Austria, los priistas trabajamos de manera incansable para ser nuevamente el cauce de las causas de los ciudadanos.

Las y los priistas tenemos una ventaja sobre nuestros adversarios: sabemos ser institucionales y entendemos a la institucionalidad como un acto de disciplina que nos brinda coherencia al interior de nuestro instituto político.

Somos hombres y mujeres de estado que más allá de nuestras pasiones o intereses, nos mueve el amor por México. El poder se nos presenta como una herramienta de transformación social, no como un fin en sí mismo. Quien busca el poder por el poder mismo no puede ser digno de confianza, porque, una vez en el cargo, nada nos garantiza que responda a los intereses de todas y todos y no solo a los propios.

Somos el partido que ha cimentado el desarrollo de México. La capacidad y liderazgo demostrados por las y los priistas ha sido fundamental para mantener la estabilidad de la que gozan hoy los mexicanos.

Entendemos que cada vez es menos viable una política sin principios. Las frases y discursos que sólo sirven para endulzar el oído, llevan dentro de sí la semilla de la desconfianza.

Nos hemos enfocado en las luchas vanas y olvidamos que, esencialmente debemos ganar la confianza ciudadana. Y esa se gana entregando resultados, con honestidad y con propuestas serias.

Por ello, lamentamos que, aún en una de las elecciones más importantes de la historia de nuestro país, prevalezcan acciones como la llevada a cabo por militantes de nuestro partido, que el día de hoy han decidido apoyar a otro candidato. Eso se llama traición.

La historia nos dice que la traición nunca ha pagado bien. Quien traiciona una vez, traiciona dos veces, sólo que la segunda ya no será dentro del PRI.

La alianza “Va por México” es un esfuerzo de todas y todos quienes la integramos, por transformar el rumbo del país. Lo hacemos, con la convicción de saber que sólo unidos lograremos obtener un triunfo contundente, que nos permita un verdadero equilibrio de poderes.

No se trata de ganar sólo una gubernatura para satisfacer un interés personal, se trata de consolidar una gran fuerza que logre corregir el rumbo que actualmente tenemos bajo una dirección errática y sin rumbo de la administración federal. 

En una alianza de este tipo no caben las individualidades. Es un esfuerzo conjunto y los resultados serán compartidos. Se equivocan quienes así lo piensan, y por ello, hoy ratificamos que no nos equivocamos al no elegirlos como candidatos. Es precisamente ese tipo de actitudes las que con firmeza estamos erradicando del PRI.

Refrendamos que en el PRI no nos invade ni el revanchismo ni la nostalgia, vemos hacia adelante. Nos sabemos oposición firme, pero también opción de gobierno, y hoy más que nunca, nos sabemos fuertes y con la experiencia para seguir ganando elecciones, como lo haremos en Baja California con la Coalición “Va por México” el próximo 6 de junio.